MERO II, adj., tomado del lat. mĕrus ‘puro, sin mezcla’.

1.ª doc.: mero imperio, Partidas III, iv, 18; como adjetivo de uso general no aparece hasta princ. S. XVII.

Lo traen Oudin y Covarr., y lo emplearon ya así J. Márquez (1612) y Á. Manrique (obras 1607-20); se habla en cambio de mero y mixto imperio, en términos jurídicos, en muchas obras medievales, de lo cual es variante el poder mero de la Danza de la Muerte (princ. S. XV). En general mero se ha mantenido en todas partes dentro de la esfera culta, pero en Méjico ha trascendido al lenguaje común y familiar, tomando el sentido de ‘mismo, idéntico’ y otros matices análogos, con extraordinaria vitalidad popular, vid. BDHA II, 96, 309-10; IV, 59. En dialectos galorrománicos, italianos y rumanos se conservó hereditariamente (REW 5535).

DERIV.

Merito, muy frecuente en Méjico. Mere, tomado del adv. lat. merē. Esmerado [Cid, Berceo, etc.] y esmerarse [J. Ruiz], voces mucho más arraigadas que mero, y representadas antiguamente en italiano y galorromance (REW 3024), aunque la falta de formas rizotónicas con diptongo (esmera está ya en J. Ruiz, 563d) lleva a creer que serían más bien semicultismos que palabras heredadas del latín vulgar; esmerador; esmero.